Nunca he podido sumarme, ni restarme a organizaciones impositivas o de moda, escribir por mandato o agachar la cabeza, regalar o canjear mis palabras por puestos o beneficios. En este blog construyo un AGORA para expresarme. Y a esos que siempre han tratado de esgrimir contra mi la espada de la censura le doy las gracias por haceme levantar siempre como respuesta EL DEDO DEL MEDIO

domingo, 11 de abril de 2010

Plan Alfa 1


Para Freud

Esa mujer tiene las tetas como granadas a punto de explotar, un par de nalgas antiaéreas, y un pubis terrorista.
Esa mujer tiene dos minas en los ojos, el don de aquella lengua exploradora y un foso tirador más bien profundo.
Esa mujer me mira y aniquila, esa mujer me explota. Y voy, casi sin armas, a emboscarla, disfruto verla gritar y la apuñalo.

Correspondencia desde las inmediaciones de Bagdad



Sobre los naipes cobijo la barbarie, abierta en forma de abanico, con la infalible exactitud de un as de copas. Retornan del olvido señales luminosas, perros que se pudren el tísico espinazo en la calleja y dan golpes tras la puerta. Los cerrojos de la puerta denotan el herrumbre, evaden las barajas y toman las tarántulas de abono al sufrimiento. En el comedor de la casa se sirven caracolas, tristes sílabas cual banderillas para pintarle luz a los ramajes.
Una niña mira con largueza los hacedores del tiempo. Cuéntame los fuegos artificiales de la aldea, la fiesta de disfraces y como del cielo caen piñata con números de serie.
En la huerta, dice, gustan de crecer las zanahorias y ha hecho un gran espantapájaros de antídoto a los cuervos, aunque estos no hurgan bajo tierra, ni traen un reloj ensimismado que astilla los maderos de un árbol.
A lo lejos la línea que surca gris-verde el horizonte es adornada de aluminio, tenues barrotes le circundan, y obturan la perfección de un lienzo postmoderno donde tiernas marugas disparan ráfagas de plomo.
Rojo, solo rojo y grisverdoso en medio de la plaza. Algunos moradores juegan a dormirse muchas horas tendidos por el suelo. Los ojos abiertos para no ver el movimiento de niños y payasos. Quédanse inmóviles en este gran circo...

Quizá esta carta llegue sin destinatario a las afueras de Bagdad. Quizá el mago desapareció a mi niña y sus muñecas.

viernes, 9 de abril de 2010

Divagaciones

I

El semen vietnamita sabe a NAPALM
El grito postorgasmo a sufrimiento
¿Cuántos amados cuerpos encendieron la líbido
en bambúes bajo el cortejo insulso de las bombas?

II

A veces sueño tenerte en los refugios
Atarte sin los brazos
Besarte sin la lengua
Y darte un solo golpe de corazón suicida
Mientras habitas la quietud anímica del tiempo.

III

Te guardo un rinconcito de mi aldea
Para morirnos juntos en la guerra.

caribe I




Ella despierta con la mejilla empegostada de semen.
Se viste.
Revisa la cartera
y dibuja antes del amanecer la primera sonrisa
was a beautiful girl
El ha quedado parapléjico en la cama.
Con la portañuela hecha añicos,
y unos pocos dólares restados a su tarjeta mastercard.
Ella disfraza su juventud con chatarritas de goldfish
y él compra besos tropicales con cocacolas bien frías
y ese paquetico de pellits de cebolla en el grocery on the connor
Mañana todo será borrado.
El de bussines class al gélido work center
Y ella hacia la reunión ordinaria
del comité de base en el tecnológico de Playa.

Time hole

“Debo partirme en dos…”
Silvio Rodriguez

Agujeros de tiempo, juntos a fuerza de hilván, a la cintura de mis fracasos. No soy la promesa antalogada en aleídos volúmenes regionales, ni la presentación snobista de aquel evento x, ni la precoz valía de fugaces poetas y dogmas sociales.
Prefiero empolvar mis glaciales en sucios papelillos renovables, versos no asidos a la estructura ganadora de cuerdos y jurados.
Mas NO pudiera construir endecasílabos con la sucia apatía del gerundio, el facilista entredecir del participio, la premeditada existencia de ininteligibles metáforas o símiles y mediciones lunáticas para ser considerado un as del soneto postmoderno:

Muchacha eres la sombra del ocaso y su credo
el manantial, el costado abierto donde emano
palabras. Muchacha si te marchas yo me quedo
con un pedazo de corazón entre mis manos.

¡Bonito¡¡¡¡¡¡¡¡. A conquistar mujeres de cartón en los aromas del café en algún espacio literario. Asesinar las sílabas galopantes y callar (estamos acostumbrados) para merecer diplomas unipartidistas y de asociaciones infieles invictas y gloriosas.
Condenado a la oscuridad me revuelvo en los rincones de la casa y me siento a tejer agujeros de tiempo, juntos a fuerza de hilván, a la cintura de mis fracasos.